viernes, 10 de julio de 2015

¿Cómo cuida sus flores? - "Primero, las amo".


  En enero fuimos de viaje a Mendoza, la tierra del sol y del buen vino. Nos alojamos algunos días en un hostel de montaña, en un lugar llamado Valle del Sol, ubicado en la localidad de Potrerillos - Dto. de Luján de Cuyo.

  Valle del Sol es un lugar mágico, encerrado entre montañas, arroyos y vegetación que cubre las laderas hasta el borde de los caminos. Húmedo y acogedor, en contraste con la sequía castigadora predominante de Mendoza.


  Enseguida los lugareños nos recomendaron hacer una visita al Vivero Pinar del Cerro.


  Compartimos en esta publicación algunas imágenes de nuestra visita al vivero, junto a la nota de la Revista Jardín, con el testimonio de Quito Loos, dueña y hacedora de Pinar del Cerro.

(Nota)

"Un paraíso en el corazón de Mendoza


  En pleno Potrerillos, Quito Loos creó el vivero Pinar del Cerro, con un particular encanto y versatilidad.


  En un entorno en que gobierna la aridez, múltiples variedades de flores y árboles, en una inusual profusión, emergen con sorprendente naturalidad. Hoy, Valle del Sol es lugar de fin de semana y de veraneo de mendocinos o visitantes que aman el paisaje de montaña que entrega la cordillera. Quito Loos, dueña y hacedora de Pinar del Cerro, abrió las puertas de una porción de este exquisito lugar para compartir con todos aquellos que quieran pasar un intenso día de naturaleza y celebración. 





50 años atrás, "Acá no había absolutamente nada. Fuimos fundadores de Valle del Sol", cuenta Quito.
Cuando el matrimonio Loos compró su primer terreno de 8.000 metros, comenzó a diseñar un jardín para que este predio fuera su refugio de fin de semana.


  Cuando los dueños de las tierras comenzaron a vender lotes,compraron 22.000 metros. A pesar de que a cada especie nueva había que defenderla a capa y espada del ataque de las cabras que criaban algunos puesteros de lugares cercanos, estaban decididos a persuadir a la impasible cordillera de convivir con las nuevas plantas. 


  De sus viajes a Suiza, Alemania, Holanda, Canadá, Austria, Dinamarca y otros países de clima frío-húmedo trajeron muchas variedades de plantas, semillas, esquejes que trataron de adaptar, a veces con éxito y otras sin. Y esto era parte de su proyecto: "Mi maravilloso jardín es el producto de un gran esfuerzo realizado entre dos personas enamoradas de un bello lugar, dispuestas, por un gran amor a las plantas, a tener muchos éxitos y fracasos en pos de una ilusión: lograr cultivar un jardín en plena montaña". 



  Más que un vivero

  A medida que crecía Valle del Sol, se fue creando la necesidad de producir plantas adaptadas a las zonas montañosas, ya que la cordillera mendocina está sólo poblada de variedades de escasa altura. Entoncesnació Vivero Pinar del Cerro. Lo instalaron en un terreno adyacente al parque de la casa. Los primeros clientes se llevaban sus nuevas plantas: peonías, clematis, delphiniums, heucheras, lupinos, papayeros. Pero con cierta desconfianza: "Señora, ¿está segura de que después del invierno van a brotar?". Pudieron comprobar que en el momento en que desaparecía el frío tan intenso aparecían narcisos, tulipanes, muscaris, crocus, phlox, pensamientos y muchas flores más. Era el gran estallido en verdes y colores de un pedacito de la montaña. 





  Esta árida y seca ladera había abierto sus brazos y regalado dos elementos que fueron la base de su éxito: suelo virgen y agua natural de vertientes, tan pura como la nieve. Pródiga tierra que sobresale entre la monocromía de la zona. Pero además, fue la energía que trasmitieron sus hacedores lo que permitió que surgiera este oasis mendocino. Aún hoy, Quito camina 30 kilómetros al día, recorriendo y admirando sus plantas. A la pregunta ¿cómo cuida sus flores? Sigue su particular respuesta: "Primero, las amo". 

  
  "En el año 1999 falleció mi esposo y dudé muchas veces de seguir sola, pero la tarea hecha con tanto amor no podía ser abandonada", cuenta Quito. Entonces decidió unificar los terrenos, ampliar el vivero, anexar un paseo guiado por todo el lugar y construir un nuevo predio. Granja del Cerro completa el escenario: animales típicos de la región más entretenidos juegos infantiles proponen a los más chicos disfrutar del aire purísimo de la Cordillera de los Andes. Este lugar ha sido declarado de interés departamental por la Municipalidad de Luján de Cuyo, y se convirtió en el paseo obligado de quienes visitan Potrerillos."    Revista Jardín




Esta imagen está dedicada a mi abuelita Mari

Para ubicar el vivero con el GPS o Google Maps (Mapa)

Coordenadas:  

   
 Latitud: -33º1´12.28´´ (-33.020078)
 Longitud: -69º17´12.25´´ (-69.286736)

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